El flujo de caja se refiere al cálculo de los ingresos netos de una empresa versus sus gastos netos. En pocas palabras, este indicador les permite a las empresas entender si están gastando más de lo que venden o -por el contrario- vendiendo más de lo que gastan. Aunque parece algo sencillo, el flujo de caja determina si una compañía es saludable financieramente. GeoVictoria le cuenta el por qué de su importancia y cómo calcularlo usted mismo.
Flujo de caja: ¿De qué se trata?
El flujo de caja es un indicador que se hace necesario en cualquier compañía. A través de este mecanismo, las empresas tienen la posibilidad de medir la capacidad de pago de sus deudas. Así mismo, le permite un respaldo de su rendimiento frente a los balances que se solicitan anualmente.
Generalmente, es muy útil para las empresas cuando van a solicitar créditos u ofrecer acciones societarias. Es muy importante tener cifras reales y un respaldo de un contador público a la hora de calcularlo. Recordemos que el flujo de caja se hace con base a los ingresos y gastos brutos. Es decir, sólo podemos medirlo con el dinero que ya ha entrado y salido de forma real. Las cuentas por cobrar no deberían hacer parte del cálculo.
¿Qué tipos existen?
Flujo de caja operativo (FCO):
Al momento de calcularlo, debemos tomar los datos de ingresos y salidas de todos los movimientos operativos. Este corresponde a los gastos que se hacen para que funcione la empresa y los ingresos por ventas. Además, deben incluirse los pagos a proveedores. Los pagos por nómina, al ser de funcionamiento, también deben incluirse.
Flujo de caja de inversión (FCI):
Este corresponde a los movimientos de dinero enfocados en inversión de la compañía. Por ejemplo, los créditos de los bancos pueden ser tomados como ingresos de inversión. Para calcular los gastos, deben sumarse todas las salidas correspondientes a los trámites para cobrar dichos activos no corrientes.
Flujo de caja financiero (FCF):
Finalmente, el flujo de caja financiero corresponde a todo lo relacionado con los dividendos a accionistas. Los ingresos por acciones de deuda o el pago de dividendos deben ser contemplados.
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¿Cómo calcularlo?
Existen distintas formas de calcular el flujo de caja dentro de nuestra compañía. Es importante resaltar que sea cual sea la forma de hacerlo, los datos deben responder a resultados reales. Es decir, el flujo de caja se calcula con las entradas y salidas de dinero que ya se hayan hecho efectivas.
Según la Escuela de Derecho y Negocios de España, para calcular el flujo de caja se deben sumar el beneficio neto y las amortizaciones realizadas en el periodo. La fórmula que se propone es la siguiente:
Flujo de caja = Beneficios netos + Amortizaciones + Provisiones + Cuentas por pagar – Cuentas por cobrar
¿Cómo mejorar mi flujo de caja?
Si después de realizar la operación el resultado es negativo, es necesario que revise sus finanzas. Un flujo de caja negativo representa que su empresa está gastando más de lo que vende. Esto podría generar que -en el futuro- podrá tener problemas de solvencia. No se alarme, según el avance de su modelo de negocio puede ser grave o no un flujo de caja negativo. Si ha identificado que tiene problemas en los gastos, aquí le presentamos algunos consejos para hacerlos más eficientes.
Según el la página de blog “loves haring” existen algunas herramientas para ahorrar los costos en las empresas:
Hacer una auditoría:
Las auditorías en términos de gastos siempre son una buena herramienta. A través de está, usted podrá identificar que los presupuestos estén siendo ejecutados en los gastos que corresponden.
Establecer pagos por objetivos:
Motivar al personal a alcanzar objetivos específicos le ayudarán a aumentar las ventas de su empresa.
Controlar el horario de trabajo:
Evitar y controlar los pagos excesivos por horas extras mal calculadas pueden ahorrarle dinero. Empresas como GeoVictoria suministran este tipo de servicios que le permiten una automatización en el control de asistencia de sus colaboradores.
Automatizar procesos:
Incluir nuevas herramientas tecnológicas a procesos que antes se hacían manualmente le permiten ahorrar tiempo y dinero. Transformar dichos procesos también le ahorran errores que pueden generar gastos.
Aprovechar las Redes Sociales:
Las redes sociales le permiten suplir una serie de actividades o servicios que conllevarían un coste para la empresa. Por ejemplo, a través de ellas puede hacer estudios de mercado o dar a conocer su marca.
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